Incluso en tiempos económicos difíciles, puede que tengas un poco de dinero para gastar. Has estado trabajando duro, y quieres disfrutar. Lo gastarías en una experiencia, como un partido de béisbol o un concierto, o en un objeto material?.
Esta investigación psicológica sugiere que, a largo plazo, las experiencias hacen más felices a las personas que las posesiones.
Esto es debido, en parte, según los expertos, a que la alegría inicial de adquisición de un nuevo objeto, como un coche nuevo, se desvanece con el tiempo a medida que las personas se acostumbran a verlo todos los días. Las experiencias, por su parte, continuará proporcionando felicidad, a través de los recuerdos, mucho tiempo después de que haya ocurrido el evento.
Ryan Howell, profesor asistente de psicología de la San Francisco State University, presentó sus hallazgos esta semana en la Sociedad de Psicología de la personalidad durante el encuentro anula de Psicología Social.
El estudio observó a 154 personas inscritas en la San Francisco State University, con una edad promedio 25 años. Los participantes respondieron preguntas acerca de una compra reciente - ya sea material o en forma de experiencia - que realizaron durante los últimos tres meses con la intención de “sentirse más felices”.
Aunque la mayoría de la gente estaban satisfechos con la compra, independientemente de que se tratara de un objeto o de una experiencia, los que escribieron acerca de la experiencia tendían a mostrar una mayor satisfacción en el momento y después de que ésta hubiera pasado.
La diferencia más notable fue en la forma en que los participantes dijeron que las personas de su alrededor reaccionaban ante el objeto o a la experiencia. Las experiencias produjeron una mayor felicidad en los demás que los objetos comprados. Un sentimiento de mayor relación con los demás – un acercamiento a la familia y a los amigos – podría ser una de las razones por las que las experiencias generan más felicidad.
"Cuando la gente gasta dinero en experiencias , ya sea llevando a alguien con ellos o comprando un boleto extra o cualquier otra cosa, involucran a otras personas", dijo Howell. Las personas están cumpliendo, así, con su necesidad de vinculación social durante éstas experiencias.
Howell encontró que otro motivo de mayor felicidad en las experiencias era que la gente sentía una mayor vitalidad o un sentimiento de "estar vivo" durante éstas.
"Tan bonito como es tu nuevo ordenador, no va hacer que te sientas más vivo", dijo.
La mayoría de los psicólogos que estudian este fenómeno dicen que el tiempo de adaptación de las personas ante una nueva compra es de entre seis a ocho semanas, hasta un máximo de tres meses. Eso significa que el placer inicial que recibimos de una nueva posesión, en general, desaparece en cuestión de meses.
El estudio de Howell se basa en un trabajo anterior de Thomas Gilovich, profesor y director del departamento de psicología en la Universidad de Cornell. Gilovich y su colega Van Boven cuestionaron en 2003: “Hacer o tener esa es la cuestión” encontrando resultados similares acerca de que las posesiones proporcionaban menos felicidad que las experiencias.
Los expertos también señalan que la gente es menos consciente de sí mismo cuando se comparan las experiencias que cuando se comparan posesiones. Es probable que te moleste más que la casa de tu amigo sea mejor que la tuya que compartir sus vivencias de sus vacaciones en los Mares del Sur, dijo Gilovich.
Las experiencias forman "los recuerdos importantes y poderosos que no cambiaría por nada del mundo", dijo Gilovich.
No solo las personas deberíamos pensar en invertir en las experiencias a la hora de tomar decisiones de compra - los responsables políticos también deben tener en cuenta este razonamiento a sus comunidades, dijo Gilovich.
"Si se crean los municipios con más parques, senderos para bicicletas, rutas de senderismo… si se hace que las experiencias sean más fáciles, entonces creo que vamos a tener una población más feliz", dijo.
¿Significa esta investigación científica que debemos obsequiar a nuestra pareja con una buena cena o una escapada de fin de semana en lugar de un regalo material, como un collar o un reloj?
El tema de qué es lo que hace más felices a los demás ha sido menos estudiado, por lo que la respuesta no es clara, según los expertos.
"Regalos materiales a menudo se convierten en recuerdos y tienen un valor sentimental que aumentan con el tiempo, en vez de disminuir, como la mayoría de los otros bienes materiales", dijo Gilovich.
http://edition.cnn.com/2009/HEALTH/02/10/happiness.possessions/#cnnSTCText
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