24 horas en 15 minutos

Jesús Hernán nos propone un ejercicio... me ha parecido muy interesante compartirlo con todos vosotros.

24 horas en 15 minutos

 El post de hoy no tiene que ver directamente con emprender, aunque puede ser muy práctico para los emprendedores, generalmente gente con muchas presiones y agobios que además tienen que hacer mil cosas a la vez y tirar del carro sin bajar la guardia.

Quiero compartir con vosotros una técnica de autocontrol que puse en práctica hace unas semanas y con la que he logrado resultados fantásticos. Os cuento:

Al acabar el día suelo dedicar 15 minutos a recuperar escena a escena lo que ha sido mi día. Es un ejercicio que hago en un escenario tranquilo, en soledad, sin apenas luz, respirando bien, relajado…

Siempre empiezo por el despertar e inmediatamente se proyectan en mi mente, como si de una película se tratase, el resto de momentos del día. Reconozco que me cuesta recuperar las particularidades de acciones que repito día tras día, por ejemplo el vestirme, la ducha o el trayecto al trabajo, pero lo intento, como si sólo los hubiera hecho ese día y nunca antes.

Dedico la mayor parte del tiempo a detenerme en los momentos clave: buenos y malos. Cuando llego a un buen momento, lo retengo en la cabeza y lo ilumino; lo amplío y trato de completarlo con el mayor número de detalles (colores, olores, sabores, sensaciones, texturas…),convierto una fotografía en una película con movimiento, imágenes a todo color, volumen, forma y sonidos.

Cuando llego a un mal momento, dedico tiempo a empequeñecerlo, apagarlo, oscurecerlo y arrinconarlo. Nada ayuda más que relativizar los problemas, ponerlos en contexto y mirarlos con perspectiva.

¿Qué efecto tiene este ejercicio sobre mi forma de vivir y trabajar?

• Me ayuda a tomar conciencia de la velocidad a la que se mueve todo y me permite tomar el control de mi tiempo.
• Finiquita las malas sensaciones, de manera que difícilmente me podrán jugar una mala pasada en el futuro.
• Potencia y recrea los buenos momentos. Siempre acabo el ejercicio con una sonrisa en la boca.
• Me ayuda a darme cuenta de todas las personas que se portaron bien conmigo y a ser agradecido.
• Me obliga a felicitarme por los logros del día.
• Me facilita analizar los problemas con distancia y perspectiva.
• Me ayuda a relativizar, seleccionar y enfocar.
• Me relaja.
• Hace que escuche mi cuerpo (que tiene mucho que decir sobre tu felicidad).
• Me ayuda a tomar el control sobre mi vida y a tomar mejores decisiones.

Hacer este ejercicio también tiene una consecuencia directa en mi día a día: hace que tome más conciencia de todo lo que hago. Habitualmenteme sorprendo esforzándome en retener detalles y sensaciones, parando el tiempo con el fin de ser capaz de recrear esa escena al final del día.

A todos aquellos que viváis a una velocidad de vértigo, tengáis la mente ocupada con mil pensamientos, os veáis agobiados por las responsabilidades… os aconsejo que dediquéis 15 minutos al día a repasar las últimas 24 horas como si se tratara de una película.

Y tú, ¿qué haces para disfrutar de la vida entre tanto caos y velocidad?