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miércoles, 13 de abril de 2011

Viviríamos mejor si bajáramos las expectativas sobre el resultado de nuestras decisiones. Barry Schwartz

Os dejo los enlaces del vídeo y del pdf de la entrevista, además de la transcripción de la voz del narrador.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/television/redes-13-01-10-porque-mas-menos/667972/
http://www.redesparalaciencia.com/wp-content/uploads/2010/01/entrev52.pdf

Me gustaría que todos nos cuestionaramos si vale la pena " luchar"por lo mejor, cueste lo que cueste.


Narrador:
Nos enseñaron que una sociedad que no puede escoger no es libre y que por lo tanto no es feliz. Pero como en todo hay un límite, no por tener más donde elegir tendremos más libertad ni estaremos más satisfechos, por el contrario, hoy en día vivimos sumergidos en un sin fin de opciones, y muchas veces la vida cotidiana se convierte en un catálogo tras otro. El psicólogo Barry Schwartz cree firmemente que esta situación, lleva a una insatisfacción continua, a un estado de estrés y ansiedad, que deteriora nuestra calidad de vida. Eduardo Punset discute hoy en Redes con él, sobre la paradoja de nuestro tiempo: nos ahogamos en el océano  de posibilidades que tenemos a nuestro alcance.
Eduardo Punset:  
Hasta hace muy pocos años, la verdad es que nos estábamos simplificando la vida, nos la estábamos simplificando, en el sentido de que tendíamos a reducir el número de objetivos, el número posible de alternativas. Cada uno intentaba concentrarse en su profesión, en su amor. pero en los últimos años lo que están notando los científicos, es una explosión increíble de opciones, de posibilidades de elegir distintas alternativas, y la gente se está paralizando y se ha producido un proceso a la inversa del que había ocurrido antes, en el que sencillamente nos estamos complicando la vida, al parecer, nos dice la ciencia, sin mucha necesidad.
Narrador:
Nos pasamos el día eligiendo.
¿Cuál compro?, ¿Qué película veo?, ¿Cojo una bici?, ¿Nos compramos el piso? ¿Qué me pongo?.
Creemos que nos convertimos en los únicos autores de nuestra existencia , que decidiendo controlamos nuestra vida, sin embargo enfrentarnos a muchas decisiones  nos pasa factura, nos agota, nos agobia incluso nos tiraniza y en un mundo opulento capaz de colmar todas nuestras necesidades materiales nos sentimos solos  infelices y deprimidos.
Una de cada cuatro personas  en el mundo occidental se siente sola y según la OMS, en la actualidad la depresión es la segunda causa que acorta la esperanza de vida entre los 15 y los 44 años. Y se calcula que para el año 2020 lo será en personas de todas las edades y de ambos sexos.. No son las únicas cifras poco prometedoras de nuestra sociedad, la tasa de divorcios se ha disparado en las últimas décadas como la de suicidios entre adolescentes o la de crímenes violentos. Y es que se nos esfuma la vida eligiendo entre la cantidad ingente de opciones que tenemos y nos quedamos sin tiempo para lo esencial para lo que realmente nos hace sentir  bien y felices  que es estar con los demás. Somos animales sociales, necesitamos relacionarnos unos con otros para aprender, para desarrollarnos para crecer y en definitiva para ser felices. Eso requiere tiempo, para hacer amigos, para cuidarlos, para enamorarnos, en las películas todo eso pasa en menos de dos horas pero no en la realidad. Nuestros abuelos llevaban una vida más austera, apenas podían escoger por que apenas había oferta, pero pasaban más rato en familia, charlando con los vecinos, con la frutera, con los hijos, con los amigos, estaban  más conectados unos con otros y quizás eran más felices y es que a veces tener más no es sinónimo de mejor ni tampoco de felicidad.
Narrador:
Un maximizador no se conforma con algo bueno, siempre quiere lo mejor cueste lo que cueste.
Un satisfactor tiene sus criterios, busca y quizás no encuentra lo mejor, pero si algo lo suficientemente bueno.
El problema de los maximizadores es que nunca se sienten satisfechos con sus decisiones. Deciden y al momento se arrepienten.
Cada decisión que tomamos tiene un coste asociado, implica sacrificar otras muchas opciones, y esos pequeños sacrificios tienen consecuencias negativas por que alteran nuestros sentimientos sobre las decisiones que tomamos. Por eso, a veces aparece el arrepentimiento, tras decidir empezamos a tener segundos pensamientos. El arrepentimiento puede hacernos sentir miserables, pero también tiene funciones importantes: nos enseña a aprender de nuestros errores. También a veces nuestras acciones tienen consecuencias en los demás, y el arrepentimiento es una forma de demostrar que nos sabe fatal haberles causado dolor, y que no lo haremos en el futuro. Pero ,claro, lamentarse y arrepentirse continuamente, y en especial por cosas sin relevancia no tiene sentido alguno. Los maximizadores tienden a estar insatisfechos con sus decisiones, por lo que suelen sentirse poco felices tras cualquier elección, sufren más que ninguno el desgarro que supone elegir sea lo que sea, por que cuando elegimos, además de renunciar a otras cosas, tenemos que enfrentarnos a un hecho, y es que el yo que elige es diferente al yo que tendrá que asumir esa decisión más adelante, quizás por eso nos cuesta tanto cerrar las puertas a otras opciones y asimilar la nuestra y creer en ella  porque nunca somos los mismos, cambiamos a cada instante.
Narrador:
Por mucho que pensemos que no somos consumistas, lo cierto es que también nos pasa, medimos nuestra felicidad por las cosas que tenemos . Quizás no nos compremos ropa, pero si consumimos otros bienes.
Punset:
Del programa de esta noche sacamos que hay muchas maneras de hacerse infeliz, pero sacamos también otra conclusión y es que la educación no funciona, de que el sistema educativo tiene que apuntar no sólo a hacer tecnócratas o especialista de sus alumnos sino que tiene que apuntar a su corazón  para convertirlos en verdaderos ciudadanos de un mundo globalizado y sin eso la vida cotidiana será imposible.
“Cuando las decisiones son reversibles, acabamos menos satisfechas con ellas”
Barry Schwartz

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