Toda emoción es una señal. Toda emoción es un motor que activa una acción. Conocer las emociones es una forma de profundizar en nuestras acciones y comprenderlas. Podemos utilizar las emociones como herramientas para localizar nuestros problemas y así actuar para solucionarlos.
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jueves, 24 de mayo de 2012
La importancia de la emociones positivas
Gracias a Fundación Fluir podemos leer este interesante artículo
La importancia de la emociones positivas
Las emociones positivas nos hacen más felices. ¿Con qué frecuencia experimentas emociones positivas?
En la actualidad podemos recurrir a numerosos estudios que muestran los beneficios de las emociones positivas.
Intuitivamente, sabemos que las emociones positivas nos ayudan a levantar el ánimo, a sonreír, son más frecuentes cuando estamos con más personas. ¿Has pensado que mientras tenemos emociones positivas no tenemos emociones negativas al mismo tiempo?
También todos hemos comprobado lo que nos ocurre cuando recordamos un buen momento, y es que revivimos esa emoción positiva, nos sentimos bien y nos aporta otro pequeño momento de felicidad.
Que las emociones positivas se relacionan con el nivel de bienestar subjetivo o felicidad no es una afirmación sorprendente, sin embargo afirmar, por ejemplo, que prolongan la vida sí lo es y requiere de pruebas más consistentes.
Al estudiar las emociones positivas empíricamente, se ha mostrado que sus beneficios son realmente potentes en nuestra salud física y mental. Nos ayudan a superar enfermedades y también a prosperar, a vivir la vida de forma más plena.
Por otra parte, también nos ayudan en el aprendizaje. Barbara Fredrickson, reconocida investigadora en emociones positivas de la Universidad de North Carolina, propone la teoría de la ampliación y construcción de las emociones positivas. Esta teoría sostiene que emociones como la alegría, el entusiasmo, la satisfacción, el orgullo, la complacencia, etc., aunque fenomenológicamente son distintas entre sí, comparten la propiedad de ampliar los repertorios de pensamiento y de acción de las personas y de construir reservas de recursos físicos, intelectuales, psicológicos y sociales disponibles para momentos futuros de crisis.
Estudios adicionales de Barbara Fredrickson en colaboración con diversos investigadores nos muestran evidencias de otros beneficios derivados de la generación de emociones positivas:
· Las emociones positivas abren nuestra conciencia, cambian nuestra percepción del mundo. Nos ayudan a tener una percepción más amplia de lo que ocurre, a nivel cognitivo. Esto hace que podamos ver más posibilidades, que seamos más creativos, y mejoremos nuestra habilidad para establecer relaciones conceptuales.
· Aumenta nuestro nivel de resiliencia, por lo que podremos superar mejor la adversidad.
· Se ha demostrado una mejor recuperación cardiovascular tras una situación de estrés.
· Cuando experimentamos emociones positivas, nos desenvolvemos mejor en situaciones laborales o académicas, obteniendo mejores resultados. También se llevan a cabo negociaciones más beneficiosas para las dos partes.
Como cada uno de los componentes que aumentan nuestro bienestar, para ser más felices hay que llevarlo a la práctica, sin esperar resultados de un día para otro. Hay que esforzarse por crear hábitos que nos ayuden a cambiar nuestras actitudes, pensamientos y acciones y que nos hagan vivir de forma más plena y auténtica.
Generar emociones positivas es saludable, nos transforma y transforma nuestras relaciones con los demás. Las emociones positivas nos guían por el camino de la prosperidad.
Ser positivo no se ha de tomar como algo superficial sino como una transformación de nuestro ser. Y no significa ignorar las emociones negativas, pues también son necesarias e inevitables.
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